No soy diseñador de apps. No soy desarrollador de apps. Me dedico a la consultoría estratégica móvil y como parte de la versatilidad de mi puesto necesito conocer todo lo que puede intervenir en una estrategia móvil. Al menos así siempre trato de afrontar mis proyectos: con humildad, hambre de aprendizaje y consciente de que la teoría se queda pobre si no te remangas y te pones manos a la obra.
Una de las cosas que más inquietudes y preguntas genera en mi entorno de trabajo son las apps. Repito no desarrollo apps pero si me he sentido atraída por el trabajo de diseñador de apps. Y me he dado cuenta que no se trata solamente de ‘saber cómo hacerlo’ sino de conocer los dispositivos y cambiar nuestra forma de pensar, dejando atrás mucho de lo que aprendimos en el diseñando para web.
Para pensar como un diseñador de apps debes entender completamente las características de este nuevo medio
A menudo observo diseños de apps que se parecen a sitios web pero en pequeño. Algo así como el traductor de la web de escritorio al móvil (¡qué mal acostumbrados nos tiene Google!); por eso no se tiene en cuenta contrastes, tamaños en la tipografía o funcionalidades táctiles, en qué móvil se usará la aplicación, quién será el usuario o dónde estará en el momento de su uso…
Con la estructura web era ‘fácil’, el usuario si o si estaría frente a un ordenador. En la era Smartphone y las aplicaciones creciendo como setas, el diseñador de apps necesita otra mentalidad.
Qué creo que hace falta saber para ser un diseñador de apps
[toggles] [toggle title=”El método de trabajo debe evolucionar” id=”b1″] Para evitar esto, podemos usar Lean UX: una forma de trabajar basada en ciclos cortos y rápidos. Así, nos movemos en iteraciones continuas entre las etapas de diseño y desarrollo teniendo en cuenta un punto fundamental: nada puede darse por seguro hasta que no lo probemos con un usuario.
Primer paso, olvídate de Photoshop o Illustrator. Ten un prototipo basado en wireframes y diseños básicos, que si son necesario cambiar, no implique perder semanas de trabajo.
Segundo, intenta abordar los proyectos usando Mobile First. Empezar a diseñar pensando primero en el móvil y no en la web de escritorio, te obliga a priorizar, a elegir y sobre todo a hacer un esfuerzo para cambiar nuestra estructura mental, acostumbrada a empezar a pensar desde la pantalla grande. [/toggle] [toggle title=”No te cierres a conocer otros sistemas operativos” id=”b2″] No todo es Apple. Sí, sé que choca que yo lo diga pero hay que reconocerlo (más cuando el 80% de nuestro país utiliza un smarphone con Android). Un diseñador de apps no debería usar solamente el teléfono personal como referencia. Un diseñador de apps tiene que tener tanto dispositivos con iOS como Android a mano y acostumbrarse a usarlos habitualmente para entender cómo resuelve cada uno situaciones de diseño. Los patrones de interacción son diferentes en cada sistema operativo y un diseñador de apps debería asimilarlas mediante el trasteo para luego aplicarlos. [/toggle] [toggle title=”Ama al prototipo” id=”b3″] Prototipar una app te ayuda a entender cómo se verá y funcionará algo antes de implementarlo, además de evaluar mediante test con usuarios la usabilidad de la app. Hay herramientas en el mercado para prototipar apps dotándo al proyecto de estructura, transiciones… POP es una de las herramientas que a mi más me han gustado y te ayudan a plasmar una mínima idea de tu app sin ser diseñador de apps. [/toggle] [toggle title=”La pantalla no siempre te dice toda la verdad” id=”b4″] Con la fragmentación de dispositivos, tamaños, sistemas operativos… y al igual que el diseño en web necesitas comprobar cómo se verá en un móvil Tanto para Android como iOS existen herramientas tipo LiveView o Skala que te muestran cómo se verá el diseño en un móvil con una resolución y densidad de pantalla distinta. [/toggle] [toggle title=”Estar al día, lo sé, es una obviedad” id=”b5″] La ingente información que hay en la red a veces nos aturrulla y sucede en todas las profesiones, especialmente en las digitales. Yo prefiero verlo desde el lado positivo, son oportunidades para estar actualizados y un diseñador de apps al igual que un estratega digital, un programados o un social media strategist debe estar interesado y sentir curiosidad por lo nuevo y novedoso de su área. ¡Trastear!
A lo que me refiero es que necesita seguir las nuevas tendencias en diseño de aplicaciones pero también las nuevas versiones de los sistemas operativos. Así como probar nuevas herramientas que vayan saliendo y que puedan ayudar a simplificar y agilizar el proceso de trabajo. [/toggle] [/toggles]
¿Te animas a tratar de pensar como un diseñador de apps?